martes, 6 de decembro de 2016

OCDE Informe PISA

El informe PISA sitúa la educación española a la altura de la de la OCDE, y a Galicia en lo alto de la tabla

Galicia está de enhorabuena en el Informe PISA. La comunidad se ha mantenido en la parte alta de la tabla española en Ciencias (512 puntos, tercera empatada con Navarra), ha crecido en Matemáticas (494, cinco puntos más en tres años y ahora en octava posición) y ha aumentado en Lectura treinta puntos en una década (509 puntos y cuarta de España).
A las once de la mañana de hoy se ha dado a conocer el Informe PISA, realizado en la primavera del 2015 por 540.000 estudiantes de 15 años de 72 países de todo el mundo, unos 37.000 españoles de casi mil centros. Este medio millón de jóvenes representan realmente a 29 millones de estudiantes. En este análisis global, España se sitúa más o menos en la media de la OCDE -que engloba a las 35 economías más potentes del mundo- aunque baja ligeramente en Ciencias (3 puntos hasta 493), se mantiene en Matemáticas (2 puntos más, y suma 486) y crece en Lectura (8 puntos, y alcanza los 496) con respecto al informe del 2012.
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, quiso destacar que «España rompe la brecha educativa y se sitúa por primera vez en la historia entre los países más avanzados». Y colocó a España en el mundo: en Lectura, por encima de la OCDE, y al nivel de Suecia, Dinamarca, Francia o Estados Unidos, superando a Suiza, Austria o Italia; en Matemáticas, al mismo nivel que la media de Occidente pero por encima de Estados Unidos o Luxemburgo y a la altura de Francia, Portugal, Italia, Suecia o el Reino Unido; y, finalmente, en Ciencias, por primera vez estamos al nivel de la OCDE, como Estados Unidos y Suecia.
Méndez de Vigo destacó el trabajo y dedicación de los maestros para conseguir estos niveles, y recalcó, una vez más, que «el sistema educativo español es un buen sistema, que evidentemente tenemos, podemos mejorar, pero es bueno», especialmente por los profesores, artífices según el ministro de este éxito a quienes «el ministerio quiere agradecer su compromiso, y decirles que este ministerio contará siempre con ellos para seguir progresando». Y dejó un aviso: «No hay que hacer tabla rasa, sino aprovechar lo bueno que tenemos y seguir evaluando».

Los países asiáticos, a la cabeza

Encabezan los listados por países, como está siendo cada vez más habitual, los asiáticos, aunque sobresalen nombres nuevos, y si lo que se analizan son regiones, destacan especialmente algunas áreas de Canadá. Por naciones, en Ciencias destacan Singapur (556 puntos), Japón (538), Estonia (534), Finlandia (531), Canadá (528) y Vietnam (525). En Lectura encabezan el ránking Singapur otra vez (535), Canadá (527), Finlandia (526), Irlanda (520) y Estonia (519). En este grupo de Estados se cuelan las comunidades españolas de Castilla y León (522) y Madrid (520). Finalmente, en Matemáticas el número uno vuelve a ser Singapur (564), Japón (532), Corea del Sur (524), Suiza (521) y Estonia (520). Muy cerca, con 518, está la comunidad de Navarra.
Cada tres años, el Informe PISA analiza las competencias de los jóvenes de 15 años en estas tres modalidades, y cada ejercicio se dedica específicamente a un campo. Este 2015 se han centrado en las ciencias. Por ejemplo, destacan en PISA -estudio que financia la OCDE- cómo han crecido en nueve años Colombia, Israel, Macao (China), Portugal, Catar y Rumanía. Nuestro vecino luso aumentó siete puntos en tres años, hasta llegar a los 501 puntos.
Pero también España es nombrada en este capítulo de esfuerzos individuales, ya que junto a otros Estados (Albania, Estonia, Irlanda o Rusia, entre otros) ha sido capaz de aumentar en seis años el porcentaje de alumnos con los mejores resultados en Ciencias a la vez que reducía el número de aquellos con bajo rendimiento.

Equilibrio del sistema educativo

Para el informe PISA es tan importante el nivel alcanzado como un análisis de la evolución de cada país. Y esto no es solo la media obtenida, sino su equilibrio, es decir, que haya pocos alumnos en niveles muy bajos. Estar por debajo del nivel 2 es, para los parámetros de PISA, suspender, es decir, no alcanzar unos estándares mínimos exigibles a los 15 años. En Ciencias, Galicia tiene al 13 % de los alumnos, más cerca del 12 % de Navarra que el del 25 % de Extremadura y Andalucía (la media de España es del 18% y de la OCDE, el 21 %). En Lectura, en España hay un 16 % de alumnos en un nivel bajo, aunque la media de la OCDE es peor: un 20 %. La otra cara de la moneda son los alumnos excelentes: el 8 % de la OCDE se convierte en un 6 % en España. En Matemáticas, los rezagados españoles son el 22 %, casi como en la media occidental (23%) pero solo hay un 4% de estudiantes excelentes.
Lo que no parece reducirse es la brecha de género. En los grupos bajos, chicos y chicas tienen más o menos los mismo niveles de rendimiento, pero cuando uno mira en el grupo mejor situado, en aquellos que destacan en Ciencias, se encuentra que los varones superan de forma destacada a las mujeres.

Análisis por grupos sociales

También se analizó, en el capítulo de Ciencias, la equidad. Es decir, qué diferencias hay entre los grupos sociales más y menos desfavorecidos. En ese sentido, España no está especialmente mal situada, y comparte umbral con la media de la OCDE: con un 11 % de alumnos de familias inmigrantes, estos tienen una media de 26 puntos menos que los nacionales. En Galicia, con un 6 % de estudiantes de familias foráneas, el grupo peor es el de alumnos extranjeros de primera generación, que se quedan en unos lejanos 468 puntos. La media en el grupo de inmigrantes es de 473, que son 39 puntos por debajo del resultado final. Para hacerse una idea, solo comparar con Finlandia, con un 4 % de inmigrantes que están a 36 puntos por debajo que los fineses.
Y por cierto, Finlandia tendrá que administrar un año más el fracaso. En este caso, el país nórdico perdió 11 puntos en Ciencias, 5 en Lectura y 10 en Matemáticas y aunque sigue en lo alto del grupo (cuarto país en Ciencias, tercero en Lectura y undécimo en Matemáticas) la caída en sus ratios ya se ha convertido en un asunto de Estado.

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